Bosques Nativos
en el Gran Chaco
El objetivo de este proyecto es generar capacidades locales en la comunidad de la diócesis de Añatuya, una de las regiones más inhóspitas del país, a través de la recuperación de las capacidades de producción de bienes y servicios ecosistémicos del bosque mediante la plantación y manejo sostenible de algarrobo blanco (Prosopis Alba) como principal especie.
El lugar se encuentra en Santiago del Estero y forma parte del gran Chaco, abarca 68.000 Km2 y alrededor de 150.000 habitantes (una densidad de 2,20%). Esta gran extensión y poca población hace que vivan en pequeños poblados y en ranchos aislados rodeados de monte.
Proyecto Forestal
Plantar, reforestar y enriquecer los bosques nativos con una cobertura forestal de 500.000 árboles (en las áreas amarillas y verdes de la ley de bosques), en 1.248 has. del campo El Majan del obispado para establecer un sumidero de CO2 por 30 años, compartiendo con la comunidad lo producido por los frutos del bosque, el control, mantenimiento y cuidado del bosque por dicho período. En este escenario, se obtiene un acumulado, para un horizonte de tiempo de 30 años 748.800 certificados, con una media anual de 24.960 certificados (cada certificado corresponde a 1tn).
Impacto Social
El proyecto incluye a la comunidad a través de capacitaciones para trabajar en el proyecto de forestación, creando “empleo verde”. En una primera etapa, acompaña el Colegio Agrotécnico San Benito de Santos Lugares que posee la Diócesis en la formación y gestión de los emprendimientos relacionados con la promoción del bosque. Las principales líneas que se buscan desarrollar son:
-Apicultura, y todos sus derivados
-Harina de algarrobo (que ya existen líneas de exportación) y sus derivados
-Esencias
-Forraje derivado de frutos del monte
-Trabajos en vivero
El horizonte del proyecto es poder generar marcas para los productos, capacitación, líneas de comercialización y seguimiento de los emprendimientos asociados con el desarrollo de la producción forestal.